La educación en casa resulta algo chocante que para muchos
de nosotros cuesta entender: dar clase en la sala de estar, que mi madre sea a
la vez mi profesora, no tener compañeros de clase salvo mi hermano, exámenes a través
de internet…
Desde luego para poder acceder a esta forma de educación es
necesario tener muchos recursos, sobre todo económicos, por lo que no creo que
sea una educación para todos, sino algo más puntual.
Los niños que vimos en el vídeo parecían bastante formados
en multitud de asignaturas, sabían hablar varios idiomas, practicaban deporte,
tenían una vida social normal, y sobre todo aprendían de otras formas,
motivados por sus propias inquietudes, apoyándose en documentales, experimentos
e información de libros e internet.
Su madre que a la vez era su propia profesora también les
daba clases más enfocadas a la vida cotidiana, como economía familiar y del
hogar, cocinaban todos juntos…
Ella realiza un trabajo ejemplar como formadora, no tiene
todos los conocimientos pero se preocupa de encontrarla o de encontrar a
alguien que pueda dar a conocer a sus hijos esta información. Desde mi punto de
vista, el éxito de estos chicos se basa en las clases muy reducidas, solo de
dos personas, pero sobre todo del tiempo y dedicación de su madre.
Las principales desventajas que encuentro, a parte de las ya
comentadas, se basan en los aspectos sociales de estudiar en casa. Para mí es
fundamental que durante su formación estos niños conozcan a otros de su misma
edad, y a lo mejor de diferentes culturas, que compartan tiempo, experiencias e
inquietudes, que se influyan unos a otros y se construya plenamente su personalidad. Al igual con los diferentes
profesores que pasarían a lo largo de sus vidas de estudiar en un instituto, éstos te influyen y te aportan y en ocasiones te marcan, algo que estos niños no conocerán.
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